Puerto Rico women volleyball team tragedy
Dos semanas antes de comenzar los Juegos, el equipo de voleibol femenino se encontraba
en una serie de fogueo con el equipo de la República Dominicana en la capital de
Santo Domingo. Las dominicanas habían visitado a las boricuas a fines del mes de
enero, saliendo empate en una serie de cuatro juegos. El 14 de febrero jugaron el
último partido de una serie de tres en la cancha Eugenio María de Hostos, ganando
el sexteto nacional la serie y el juego con marcador de 15-12, 15-13, 10-15 y 15-9.
En ese juego no participó Carmen Rosa Sabater que había viajado ese día junto al
presidente federativo José Nicolás Palmer para participar en la Cena Olímpica en
la Colonia Hispanoamericana de Bayamón. Al otro día (15 de febrero) el equipo
nacional regresaba al país en el vuelo de Dominicana de Aviación y unos minutos
después del despegue el DC-9, se precipitó y se estrelló sobre las aguas del mar
del Caribe. Un total de 102 personas murieron en el accidente entre ellas el equipo
de voleibol, compuesto por Lolita Villegas, Carmen Zoraida Figueroa, Belinda Correa,
María de Lourdes Sánchez, Rosa Rivera, las hermanas Maritza y Rosa Bernal, Hortensia Otero,
Iris Rodríguez, Nayda Cardona, el dirigente Juan Ramón Loubriel y su asistente
Fernando Jiménez. También fallecieron varios familiares que acompañaban al equipo
y el campeón mundial de las 135 libras de boxeo Teo Cruz junto a su esposa.
La tragedia provocó un gran dolor en el país entero que tuvo varios días de luto.
El Comité Olímpico que ya había escogido el abanderado de la delegación al
seleccionar a Fernando Luis Báez de pesas, le pidió a este que desistiera de
tal distinción, para cederle la bandera a la única sobreviviente del accidente,
Carmen. Báez con gran humildad, con compromiso con el país y en homenaje a las
fallecidas le cedió a Sabater el honor de llevar la bandera nacional en la
inauguración de los Juegos.